Yo no soy publicista, no tengo ninguna carrera y no he hecho ningún tipo de máster en marketing.
Nada de eso.
Esto es así, a mí no me hace sentir bien ni mal.
Pero si esto para ti supone un problema puedes dejar de leer.
Yo llegué al marketing porque tuve que cerrar mi primer negocio con el que emprendí porque no tuve ventas.
No tenía ni idea de estrategias y del mundo de las ventas.
Sé muy bien lo que es quedarse sin dormir días y días sabiendo que lo que con tanta ilusión uno ha creado se desmorona.
Sé lo desesperante que es.
Piensas constantemente que ‘’seré yo que no valgo para esto’’.
Una sensación interna me decía que siguiera y persistiera, sabía que tenía la capacidad pero había algo que se me estaba escapando.
Esta sensación es la que hacía que cualquier problema se solucionara, hacía que aguantara despierto casi un poco antes de salir el sol durmiendo solo una hora, en fin…
¿Por qué te cuento esto?
Lo que sé, es una suma de formación, tiempo y dinero invertido, no es que haya hecho un cursillo de marketing y es lo que estoy enseñando.
Esto no es algo raro, lo único que acabas entendiendo que las cosas se consiguen por cabezonería y punto.
Cómo le digo a los alumnos…
Yo no te voy a cambiar la vida, simplemente el resultado lo tendrás si aprendes, lo pones en práctica y eres terco como una mula.
Más claro el agua.
Ahora bien, si eres de eso que se quedan en la orilla esperando a verlas venir mal vamos.
Hay que poner las cosas en práctica y tirarse al río para aprender a pescar.
¿Qué tipo de patito eres?